Cuando una empresa está en su punto más alto de productividad y está disfrutando de la bonanza económica, suele comenzar a definir todos los elementos empresariales bajo el signo del dinero.
Aspectos como la responsabilidad social, el bienestar de los clientes, la preocupación por la situación coyuntural del país, entre otros, son dejados de lado porque “aparentemente” no le aportan nada a los objetivos de la organización.
Claramente esta visión provoca un sentimiento de incomodidad en la sociedad, pues las empresas no sólo están labradas para multiplicar el dinero, también tienen que saber responder al interrogante: ¿Qué le puedo aportar a la sociedad?
Cada firma debe enfatizar en la responsabilidad social, que en el ámbito corporativo está definida como la conducta que ayuda a transformar aspectos de la comunidad en pro del bienestar de ellos.
Hay que dejar en claro que la responsabilidad social no es sinónimo de filantropía, no obstante, cada organización cumple un rol en la sociedad y por ello debe analizar la forma en que pueda solventar algún menester que reconozca en un lugar determinado.
En el contexto colombiano se ha evidenciado que varias regiones han sufrido el abandono por parte de las instituciones en el ámbito de las transacciones de servicios. Por ejemplo, decenas de lugares no tienen la facilidad para realizar transacciones como pagar facturas, enviar dinero a otra parte del país, recargar servicios, entre otros.
Viendo la necesidad de varias colectividades, el empresario Jaime Esparza Rhénals se ha encargado de crear una red de multiservicios para apoyar a miles de colombianos con condiciones socioeconómicas complejas que estaban excluidos del sistema.
Es más, ha forjado una alianza con el gobierno para que puedan recibir beneficios económicos si ingresan en el sistema de ahorro “Beneficios Económicos Periódicos”. Esta estrategia ha permitido que cientos de personas puedan ahorrar una considerable suma de dinero para comprar algún bien, pagar el estudio de sus hijos, viajar, etcétera.
Gracias al subsidio del 20% sobre lo ahorrado que se le proporciona a cada individuo, una mayor cantidad de colombianos han podido cumplir sus sueños.
Con el pasar del tiempo, la confianza y el amor hacia la empresa de Jaime Esparza Rhénals ha crecido considerablemente. Más que una ganancia para la organización, el cliente es visto como parte de una gran familia al que se le puede proporcionar ayuda cada vez que lo necesite.
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